Regina Veracruz trabaja desde hace dos años como contratada en la Empresa de Propiedad Popular (VEB)  Combinado Fotoquímico de la ciudad alemana de Wolfen. Los fines de semana visita a su prima en Berlín y va a bailar en una discoteca de Alexanderplatz. Es una fanática de Milli Vanilli.

 

Escuela durante la guerra civil

Regina Veracruz es la menor de diez hermanos de una humilde familia del sur de Mozambique. Tras la separación de sus padres,  sus hermanos mayores se hacen cargo de ella. Sus años escolares están marcados por la guerra civil .[1]  A menudo después de las clases vespertinas, los alumnos no pueden volver a casa por miedo a los ataques y tienen que pasar la noche en la escuela. En estas circunstancias, la asistencia a la escuela ya no es posible y termina dejándola después del octavo grado. La mayoría de las mujeres que la rodean están casadas y Regina observa sus vidas como esposas. Ella quiere algo diferente.

 

Quería ser una mujer independiente. Quería trabajar, comprarme un auto e ir en auto a sitios donde pueda bailar.

Regina Veracruz, Maputo 2021

Regina Veracruz mantiene una estrecha relación con su hermano mayor, Justino. A Justino le interesa la cultura y viaja mucho. Ella asiste a eventos de danza con él, toma clases y se convierte en una bailarina entusiasta. Justino le habla de la posibilidad de ir a Alemania. Regina se interesa inmediatamente, presenta su solicitud y organiza todos los trámites. El 3 de enero de 1988 está en el avión rumbo a Berlín Oriental. Pocos días después de su llegada, escribe este poema:

Berlín, mi Paradies

Piloto alemán, junto a mi abandonaste Mozambique.
Volamos sobre el mar, los ríos y montañas.
Con una tormenta aterrizamos en Berlín.
Qué hermoso, qué hermoso, una belleza indescriptible.
Berlín, mi Paradies, Paradies.
Sin traducción, sin reservas abracé Alemania.

La primera foto en Alemania muestra a Regina con su prima Diolinda, quien desde hace algún tiempo vive en Berlín como trabajadora por contrato. En la foto lleva ropa nueva que compró en la RDA. Pero el peinado sigue siendo «al estilo mozambique», como ella misma dice. Unos meses más tarde, eso cambia. Los peinados cortos son muy populares entre los trabajadores contratados de Mozambique. Y también los zapatos altos. No quiere llevar zapatos planos, dice: «No es elegante. Siempre quise ser elegante».

Lavandera no es una profesión

Los primeros días las recién llegadas pasan por un reconocimiento médico. «No estábamos acostumbradas a desnudarnos, nos sentíamos vulnerables como en la guera», recuerda Regina. Durante el examen, se determina que debe ser tratada en un hospital. Se queda en Berlín y no llega a su lugar de trabajo en Wolfen hasta unas semanas más tarde. Allí las mozambiqueñas tienen que trabajar en una lavandería. Pero las mujeres se resisten, quieren aprender un oficio. Para ellas la lavandería no es una profesión. Juntas se quejan a las autoridades responsables en Berlín y se salen con la suya. A partir de ese momento trabajan en la VEB Combinado Fotoquímico de Wolfen.

Los trabajadores por contrato se alojan en una residencia en las afueras de la ciudad. Es un lugar tranquilo y bastante aburrido. Regina y sus amigas aprovechan cualquier ocasión para visitar amistades de otras ciudades. Sobre todo con sus colegas cubanos mantienen una relación estrecha. 

Me encanta Alemania, pero hay dos cosas que no me gustan: el frío y los Skinhead.

Regina Veracruz, Maputo 2021

Durante los viajes de fin de semana, los mozambiqueños están cada vez más expuestos a la hostilidad y los ataques racistas. En las estaciones, en los trenes o incluso en las discotecas, los hombres sobre todo, sufren las amenazas y los ataques racistas de los Skinhead (en español cabezas rapadas). Cubanos y mozambiqueños se defienden juntos. «No nos llamamos amigos, sino primos», dice Regina Veracruz. La situación es todavía más peligrosa después de los partidos de fútbol. Durante el Mundial de 1990, ella y sus colegas no salían de casa cuando jugaba Alemania.

Regina Veracruz relata sobre los ataques racistas y la resistencia.

Discoteca en la gran ciudad

A Regina Veracruz le gusta ir a Berlín, a la gran discoteca de Alexanderplatz. Le fascina la diversidad cultural de los visitantes y de la música. Tras la apertura del Muro en 1989, puede viajar a Alemania Occidental. Una amiga la lleva a Múnich. Siempre le han interesado la moda y el estilismo.  Se siente abrumada por las nuevas ofertas. Cambia de estilo. Su gran modelo es el grupo Milli Vanilli, se pone extensiones y se maquilla como sus ídolos.

Regreso y lucha por el salario

Para Regina Veracruz y sus compañeras, el tiempo de agitación en Alemania significa marcharse pronto a Mozambique. De vuelta a su país, llevan en su equipaje equipos de música, televisores en color y la última moda. En Maputo les llaman «Majermanes», que significa «esos alemanes». La pequeña prosperidad dura poco. En vano esperan el salario ganado en la RDA. Hasta el 60% del mismo fue retenido por las autoridades estatales. Les habían dicho que se les pagaría en Mozambique a su regreso.

Pero no lo reciben. Regina Veracruz y sus antiguos compañeros participan en varias organizaciones y luchan por el dinero. Hasta hoy, los «Majemanes» se han manifestado semanalmente en Maputo, hasta ahora sin éxito. (2)

Para Regina Veracruz, los recuerdos de la RDA están estrechamente ligados a sus compañeros y amigos de otros países.

Regina Veracruz canta una canción para sus amigos de Alemania.

Regina Veracruz vivió varios años en Sudáfrica, hoy vive en Maputo, Mozambique.

Credits:
Entrevista realizada por Catarina Simão 2021 en Maputo.
Texto: Julia Oelkers
Investigación y protocolo de las fotos: Catarina Simão, Julia Oelkers
Concepto de edición de vídeo: Julia Oelkers