Augusto Jone Munjunga trabaja como administrativo financiero en Angola. Quiere acceder a la universidad quedándose en la RDA. Por eso, en 1987 viaja a Alemania Oriental como trabajador contratado. Es enviado al Combinado de sacrificio y procesamiento animal de Eberswalde. En 1990 un grupo de jóvenes racistas asesina allí a su amigo Amadeu Antonio. Jone se queda en Eberswalde. No les deja la ciudad a los racistas y derechistas.

Llegada al matadero

Augusto Jone Munjunga estudió finanzas y trabaja en un ministerio angoleño. Angola es independiente de Portugal hace pocos años (1975), y desde entonces hay guerra civil[1]. El país carece de profesionales angoleños con buena formación y experiencia internacional. Jone quiere seguir formándose para acceder a la universidad. Por eso, la estancia en la RDA le parece una buena oportunidad. Con ese viaje también espera dejar atrás la guerra de Angola. La llegada al lugar de trabajo en Eberswalde es un shock: un gigantesco matadero, ningún lugar donde pueda aprender algo significativo. Pero no hay salida: a los 103 angoleños que vienen a trabajar a Eberswalde les retiran el pasaporte nada más llegar al aeropuerto. Al principio reciben un curso de alemán de tres meses, y luego empiezan a trabajar en tres turnos.

 

 

Más tarde dijimos que esto es esclavitud moderna.

Augusto Jone Munjunga, Eberswalde 2022

Compromiso y responsabilidad

Augusto Jone Munjunga es elegido portavoz de su grupo. Media en los problemas, se ocupa de garantizar opciones recreativas para sus compañeros y establece contactos con la FDJ [2]. Pronto descubre quiénes les apoyan en Eberswalde y con quiénes tienen dificultades. Los jóvenes tienen una muy buena relación con la propietaria del estudio fotográfico, a la que pronto visitan para enviar fotos a casa. El grupo crea un equipo de fútbol y otro de baloncesto, y Jone y sus compañeros una banda de reggae. «La gente no sabía lo que era el reggae ni cómo bailarlo. Eso es lo que tocábamos. Pero también imitábamos la música de la RDA». La empresa organiza viajes de vez en cuando, por ejemplo al memorial de Sachsenhausen.

Huelga por mejores salarios

En los años 80 en Eberswalde hay tres fábricas donde laboran trabajadores contratados procedentes de Argelia, Angola, Cuba, Mozambique y Vietnam. La mayoría de ellos viven en tres residencias, agrupados según sus diferentes países de origen. Los angoleños son el último grupo en llegar a la ciudad. Compran ropa con logotipos de marcas occidentales a los trabajadores polacos. Cuando los trabajadores angoleños se enteran que su salario no es ni la mitad de lo que reciben sus colegas polacos por el mismo trabajo, se oponen con una huelga. La huelga es rápidamente reprimida y algunos angoleños son deportados de inmediato a Angola. Los demás sospechan que serán reclutados para el servicio militar como castigo. Esto intimida al grupo, porque todos se imaginan que este despliegue puede ser mortal.

Augusto Jone Munjunga cuenta sobre la huelga «igual salario por igual trabajo.

Estábamos aislados.

Augusto Jone Munjunga, Eberswalde 2022

Disciplina recomendada

Tras la expulsión de los líderes de la huelga, comienza la recompensa a los que son más disciplinados en el trabajo. En las celebraciones de la empresa se entregan certificados y se reparten flores. Los representantes de la embajada angoleña también prestan atención al cumplimiento de la disciplina. Sin embargo, el problema estructural permanece intacto: la cualificación prometida no tiene lugar.

La amistad acaba cuando acaba el trabajo

Los trabajadores contratados que laboran en Eberswalde se alojan en Finow, en las tres residencias de las grandes fábricas. «En el primer bloque, el azul, había alemanes y polacos; en el bloque rojo del centro, de nuestro matadero, había angoleños y alemanes; y en el bloque marrón de al lado vivían alemanes, vietnamitas y mozambiqueños», cuenta Augusto Jone Munjunga. Los angoleños tienen una discoteca en el sótano, y allí se reúnen los vecinos de los bloques. Pero están aislados de la vida social de Eberswalde. Muchos de los compañeros con los que trabajan durante sus turnos les ignoran después del trabajo.

Fotógrafos aficionados en la empresa

Jone se compra una cámara y se pone en contacto con Christian Fenger, fotógrafo aficionado. Trabaja en la Empresa de Propiedad Estatal Fábrica de Vidrio de Eberswalde y participa en el círculo fotográfico de la empresa. El círculo recibe dinero de la empresa para material fotográfico, es un lugar de encuentro para fotógrafos ambiciosos y juntos organizan sus propias exposiciones fotográficas. Christian Fenger instala su propio cuarto oscuro en la residencia de los mozambiqueños. Les da consejos sobre cómo hacer mejores fotos y los fotografía.

Augusto Jone Munjunga cuenta sobre su día a día, el racismo cotidiano y cómo empezó a hacer fotografías él mismo.

Asesinato de Amadeu Antonio

La foto que Augusto Jone Munjunga hace a su amigo Amadeu Antonio da la vuelta al mundo. Amadeu Antonio es amigo y colega de Jone, y como él, también está empleado como  trabajador contratado angoleño en el matadero. Jone es el autor de la foto que muestra a Amadeu como un joven feliz en su moto. El 24 de noviembre de 1990, tras una visita a un pub, un grupo de racistas de extrema derecha le golpea y le mata a patadas. Amadeu Antonio es una de las primeras víctimas mortales de los Años del Bate de Béisbol la época de los noventa en la que la violencia ultraderechista es omnipresente en alguna.

 

 

 

Este es el hermoso país alemán tras la caída del Muro.

Augusto Jone Munjunga, Eberswalde 2022

Con miedo a la muerte

Tras la caída del Muro, Eberswalde se convirtió en un bastión ultraderechista, un lugar donde la violencia racista está en todos lados, hasta en los mercados. Jone describe la vida cotidiana: «Coges tu mercancía, vas a la caja, quieres pagar. La gente se va. Dejas que los alemanes pasen primero. Quizá te toque al final. O te dicen ‘no, no queremos’, entonces tienes que dejarlo todo. ¿Qué se supone que tienes que hacer entonces? Nada».

Los trabajadores contratados viven en un miedo constante. «Salir a la calle  solos, era un suicidio para nosotros. Ir a un restaurante o a un pub era aún peor, realmente no podías ir allí. Eran los años noventa para nosotros. También fue la época en que nacieron nuestros hijos».

 

Esa época para mí era la guerra

Augusto Jone Munjunga, Eberswalde 2022

Estructuras hostiles– autorganización

Con la reunificación alemana, la situación jurídica y social de los trabajadores contratados angoleños también llega a un punto crítico. El gobierno alemán rescinde los acuerdos bilaterales. Muchos trabajadores contratados se quedan sin empleo, lo que significa que ya no tienen dónde vivir ni permiso de residencia. En esta situación de desamparo, muchos no ven otra opción que regresar a Angola. Allí, la guerra civil sigue marcando la vida. Augusto Jone Munjunga permanece en Eberswalde. En 1994 fundó la asociación Palanca como lugar de encuentro, fuente de información y refugio en Eberswalde.

Augusto Jone Munjunga vive en Berlín y Eberswalde y trabaja como asistente social.

Credits:
Entrevista realizada por Jessica Massóchua 2022 en Eberswalde.
Texto: Isabel Enzenbach
Investigación y protocolo de las fotos: Jessica Massóchua
Concepto de edición de vídeo: Julia Oelkers