Geraldo Paunde es uno de los trabajadores mozambiqueños contratados que a inicios de  la década de 1980 llegaron a la región minera de lignito de Lusacia. Allí se formó como maquinista. Le gusta trabajar con grandes máquinas. En Hoyerswerda, Sajonia, desarrolla otra pasión: la fotografía. Más tarde convierte su afición en una segunda profesión.

De Maputo a Lauchhammer

Geraldo Paunde creció en el campo y llegó a la capital mozambiqueña, Maputo, en 1979, siendo apenas un adolescente. En la escuela escucha hablar de la posibilidad de formarse en la RDA y se presenta. Tras varios exámenes médicos, pasa unos meses en un campo de preparación y finalmente vuela a Berlín Oriental en septiembre de 1983.

No sabíamos que íbamos a las minas.

Geraldo Paunde, Maputo 2021

Justo en el aeropuerto de Schönefeld, dividen al grupo de jóvenes mozambiqueños. Algunos amigos se quedan en Berlín. Geraldo Paunde sigue hacia la zona minera de lignito de Lauchhammer. Su grupo es asignado al Combinado de lignito de Welzow. Tras un curso de alemán de 3 meses, comienza su trabajo en la mina a cielo abierto y su formación como maquinista.

Geraldo Paunde habla sobre su llegada, su trabajo en la mina a cielo abierto y la fotografía.

Trabajo por turnos y en la cena pan

Los jóvenes mozambiqueños trabajan por turnos. Se levantan muy temprano, antes del amanecer, y tienen que trabajar al aire libre en la mina a cielo abierto, incluso en invierno. La formación en la escuela profesional politécnica se complementa con el trabajo. La comida es muy diferente a lo que están habituados en Mozambique, donde se come caliente tres veces al día. Acá a pesar del extenuante trabajo, sólo tienen una comida caliente al mediodía. «Siempre era pan solamente», nos dice Geraldo Paunde, «pero nos acostumbramos». A pesar de todo, su trabajo le gusta.

Estaba satisfecho. Era un trabajo de hombre: maquinista.

Geraldo Paunde, Maputo 2021

Traslado a Hoyerswerda

Tras completar su formación, Geraldo Paunde se trasladó a Hoyerswerda en 1987. El primer grupo de trabajadores mozambiqueños contratados llevaba en la ciudad desde 1979. Los recién llegados los llaman respetuosamente veteranos. Comparten apartamentos de tres o cuatro habitaciones en la residencia ubicada en la calle Clara-Zetkin. Ahora cocinan ellos mismos en su propia cocina.

Geraldo Paunde conoce desde el año pasado a la familia del pastor Keiling, provenientes de Zinna, en las cercanías de Torgau, y se han hecho amigos. A menudo pasa los fines de semana con los Keiling. Juntos van a reuniones con otros mozambiqueños y representantes del Congreso Nacional Africano (CNA) de Sudáfrica. Geraldo es cristiano practicante y participa a menudo en los servicios religiosos, las reuniones y las excursiones de los grupos eclesiásticos. Aún hoy mantiene estrecho contacto con la familia Keiling.

 

 

Geraldo Paunde habla de la familia Keiling, de su primera cámara y de las excursiones con el grupo de la iglesia.

Aprendiendo a hacer fotos

Con el pastor Keiling aprende fotografía. El propio Keiling le regala una cámara y más tarde una ampliadora fotográfica, que le permite sacar copias a mayor tamaño. Con ella, Geraldo monta un pequeño cuarto oscuro en el dormitorio. Con el tiempo, se va profesionalizando y la fotografía se convierte en una segunda fuente de ingresos. Sus colegas mozambiqueños son los más fotografiados. Las fotos son muy solicitadas y se envían a las familias o se regalan entre ellos. Cuando llega un nuevo grupo, va a la residencia a hacer fotos y vende las copias. Con el tiempo, se hacen muchas fotos fuera de los estudios fotográficos habituales. Algunas de ellas todavía se pueden encontrar hoy en sus álbumes de fotos y algunas también se publican en el periódico.

Archivo de Geraldo Paunde

La colección de fotos de Geraldo Paunde es inmensa. Ha ordenado y archivado sus fotos en varios álbumes. Cada página contiene varias imágenes. Organizó los álbumes en parte tras su regreso a Mozambique, de modo que las épocas y los lugares no siempre coinciden. Aquí presentamos sólo una selección de su extenso archivo.

Vacaciones en Mozambique

Tras finalizar su primer contrato de trabajo, Geraldo Paunde viaja a Mozambique durante tres meses. Ya sabe que volverá para trabajar otros cuatro años en la RDA. Se lleva una cámara para retratar a familiares y amigos porque quiere mostrar a la gente de la RDA su vida en Mozambique por medio de las fotos.

Regreso

En 1991, su segundo contrato de trabajo también llega a su fin. Geraldo Paunde quiere volver a Mozambique y formar una familia. Piensa que allí le pagarán los salarios retenidos. Durante ocho años le retuvieron en la RDA hasta el sesenta por ciento de su salario neto. Le dijeron que se lo ingresarían en una cuenta bancaria en Mozambique. Con ese dinero quiere ahora construir su vida en Maputo.

Pero las cosas cambian. Geraldo Paunde y sus compañeros esperan en vano su dinero.

A día de hoy, estos salarios no se han pagado a los antiguos trabajadores contratados de Mozambique .[1] Geraldo Paunde no encuentra trabajo como maquinista en Mozambique. Pero se trajo su equipo fotográfico. Durante los años siguientes, esto le ayuda a sobrevivir. Monta su propio negocio como fotógrafo. Pero con la digitalización de la fotografía, esta fuente de ingresos también se agota.

Geraldo Paunde habla de su vida después de regresar a Mozambique, de cómo sobrevivió con la fotografía, y presenta a su esposa.

Hoy, Geraldo Paunde trabaja en una empresa eléctrica y vive con su familia en Maputo.

Credits:
Entrevista realizada por Catarina Simão 2021 en Maputo.
Texto: Julia Oelkers
Investigación y protocolo de las fotos:  Catarina Simão, Julia Oelkers
Concepto de edición de vídeo: Julia Oelkers

Notas al pie: