René Castellano Ponce

René Castellano llega a la pequeña ciudad sajona de Roßwein en 1982 como  trabajador por contrato. Pertenece al primer grupo de cubanos enviado allí y conformado sólo por hombres. René acaba de cumplir dieciocho años y es el más joven del grupo. Casi todos los días va a la discoteca. Un accidente de moto pone fin a su estancia en la RDA. De Cuba es enviado a Angola en 1989. Gracias a las múltiples vueltas de la vida, regresa a Alemania años más tarde.

Formación en el extranjero

Cuando René Castellano termina la escuela en Cuba, oye en la radio la posibilidad de formarse en un país socialista de Europa. Le parece interesante, pues le gustaría ir al extranjero y vivir esa experiencia. En Bayamo, su ciudad natal, hay una oficina de Cubatécnica, la organización estatal a través de la cual se concertan los contratos de trabajo. Allí se informa. Le ofrecen una formación profesional en la RDA, a su elección según las propuestas. Se decide por montador industrial y solicita la estancia de cuatro años en la RDA. Su madre no está contenta, pero él quiere irse. Pronto parte hacia La Habana. Allí, los 64 hombres seleccionados reciben un curso preparatorio de una semana y ropa de invierno iguales para todos. René está impaciente.

Acogida amistosa

El grupo llega a Berlín-Schönefeld el 1 de mayo de 1982. Allí, los supervisores les esperan y les llevan a Sajonia en dos autobuses. Los cubanos se sorprenden: en todas las ciudades la gente les agita banderas. Sólo más tarde se dan cuenta de que no son ellos el motivo de las marchas, sino el 1ro de mayo. A René Castellano le gusta mucho la «pequeña y vieja ciudad de Roßwein». Su grupo es recibido amistosamente. También le gusta su nuevo hogar: la residencia recién construida. Junto con un compañero cubano, se instala en un apartamento de 35 metros cuadrados, con dos dormitorios, cocina y baño. Los lugareños llaman a la residencia «el nuevo hotel para los cubanos».

Aprender y trabajar

Las dos primeras semanas reciben un curso intensivo de alemán, seguido de seis meses de un programa mixto: dos horas de alemán -antes o después del trabajo, según el turno que te asignen- y el resto del día dedicado al trabajo con cualificación simultánea, según el acuerdo entre Cuba y la RDA. Los compañeros de René Castellano de la Empresa de Propiedad Popular (VEB) Fábrica de ejes, muelles y forja «Hermann Matern»  en Roßwein son abiertos y le enseñan bien. Al cabo de seis meses, las clases especializadas sustituyen a las de alemán. René aprende alemán muy rápido, en parte gracias a que tres días después de su llegada conoce a Michaela, rápidamente se convierten en pareja y al paso del tiempo tienen una hija. Como tiene mucho contacto con alemanes y aprende el idioma fácilmente, al cabo de un año, le destinan como traductor del grupo.

Tiempo libre, competencia, y fotos

René Castellano va a la discoteca casi todas las noches. Los jóvenes cubanos llaman la atención. «Los hombres alemanes querían sobre todo beber, no eran tan románticos, ni tan elegantes», así explicaban las alemanas su interés por los cubanos, recuerda René, «ellos eran más bien secos y nosotros más simpáticos». Cuando un alemán le llamó «cerdo» por darle a una mujer un «Pfeffi», un licor de menta, estalló una pelea.

René se divierte mucho con su moto, una MZ TS 250, con la que visita a todos los cubanos recién llegados a la zona. Así conoce todo el sur de la RDA. Muchos de sus colegas compran cámaras y hacen fotos. Es costumbre entre ellos repartirse las copias de estas fotografías. Los álbumes de fotos de René Castellano con imágenes de esta época se han quedado en Cuba. Hoy, en Alemania, de vez en cuando recibe fotos de su época en la RDA que le envían por WhatsApp,  por ejemplo, cuando muere algún antiguo colega.

Ropa occidental

Para René Castellano y muchos de sus colegas cubanos es importante estar bien vestidos. Así que les compran jeans y ropa elegante a los trabajadores polacos contratados que viven en la residencia. Las prendas con logotipos de marcas occidentales son especialmente codiciadas, pero también causan problemas. El líder del grupo cubano intenta tachar este estilo de capitalista y censurable,  pero no tiene éxito. La mayoría de las veces, René hace caso omiso a los desesperados intentos de sofocar el interés por esta moda con sermones ideológicos. En una ocasión rompe los remaches de sus jeans para que no se pueda distinguir el águila que llevan. Esto se considera un símbolo de Estados Unidos y está especialmente mal visto. Ningún problema para un cerrajero.

Final adelantado

El trabajo y la cualificación van bien. René Castellano recibe el título de Héroe del Trabajo, consigue terminar su formación unos meses antes del final de los cuatro años y recibe sus certificados. Poco después, sufre un accidente de moto y es hospitalizado con graves heridas en el hombro y la pierna. Cuando sus heridas se infectan, los médicos luchan por él, sobre todo para evitar daños permanentes. Pero la médico de la empresa que le atiende, le aconseja que abandone el hospital. Como ya ha recibido su certificado de formación, no hay razón para que se quede. Le propone que certifique que no puede trabajar para que le den el alta y pueda regresar pronto a Cuba. René acepta. Deja en Roßwein a su novia y a su hija de siete meses. «Fue muy deprimente. Pero en la época socialista no se podía decir: ¡me quedo aquí! Estaba el acuerdo entre Cuba y la RDA. Tenías que volver. Mi mujer no estaba de acuerdo, así que nos separamos». A René le gustaría volver pronto a la RDA.

De vuelta en Cuba

Cuando René Castellano llega a La Habana, tiene que ir directamente al hospital. Los médicos están muy preocupados por las heridas infectadas y necesita urgentemente más tratamiento para evitar que le amputen la pierna. El plan de regresar pronto a la RDA  fracasa. Tras ser dado de alta en el hospital, es reclutado por el ejército y enviado a Angola en 1989 con una empresa de construcción cubana. Desde 1975, Cuba envía decenas de miles de soldados y fuerzas civiles de apoyo a Angola. Apoyan al movimiento independentista angoleño y namibio en la guerra civil entre Sudáfrica y Angola. El despliegue de los cubanos se considera un factor importante para la independencia de ambos países.

Un giro inesperado

En Benguela, Angola, René Castellano conoce por casualidad a un grupo de obreros de la RDA que trabajan allí como brigada de una cosechadora de la Asociación Industrial de Construcción de Vehículos (IFA). Como habla bien alemán, no tarda en entablar amistad con ellos. René regresa a Cuba en 1990, pero el contacto con ellos se mantiene.

La desintegración de la Unión Soviética y la caída del campo socialista, catapultan a Cuba a una enorme crisis económica. Gran parte de la población vive en condiciones de extrema pobreza, incluidos René y su familia. En esta situación, uno de sus amigos alemanes de Angola le envía un billete de avión y una invitación a Alemania. Un golpe de suerte para René. Canjea el billete lo antes posible. Desde 1994 vive de nuevo en Alemania.

René Castellano vive y trabaja actualmente en Leipzig y participa en la Asociación de cubanos residentes en Alemania llamada La Estrella de Cuba.

Credits:
Entrevista realizada por Isabel Enzenbach 2021.
Texto: Isabel Enzenbach
Investigación y protocolo de las fotos: Isabel Enzenbach