Sergio Majope llega a la RDA en junio de 1986 como trabajador por contrato. Es enviado a Zittau, en el sureste de Sajonia, para trabajar en la industria textil. Con la reunificación alemana en octubre de 1990 tiene que regresar a Mozambique.

Amor de juventud en Zittau

solicita estudiar en la RDA y lo aceptan. En junio de 1986 vuela a Berlín y poco después comienza a trabajar en la Empresa de Propiedad Popular (VEB) Tejeduría de forros de Zittau. Es alojado con otros compañeros mozambiqueños en una residencia situada dentro de las instalaciones de la fábrica. Los fines de semana los hombres jóvenes van a bailar u organizan sus propias fiestas en la residencia. Como son buenos bailadores, son muy populares entre las mujeres alemanas de la discoteca. Por este motivo, a menudo hay disputas y peleas con los alemanes. Sergio cuenta: «Los alemanes decían que tenían que proteger a las mujeres, aunque ellas dijeran que no lo necesitaban». En la disco conoce a Petra y durante tres años mantienen una relación, hasta que en 1989 Petra se marcha a Alemania Occidental.

A las muchachas les gustaba bailar con nosotros.

Sergio Majope, Maputo 2021

Vacaciones en el Mar Báltico

Con Petra, Sergio va una semana de vacaciones a una zona de acampada en el Mar Báltico. Es la primera vez que visita una playa nudista. Al ser la única persona allí con piel oscura, esto se convierte en una situación muy desagradable para él. Sergio no le cuenta sobre su experiencia a sus amigos mozambiqueños. «Habrían pensado que estoy loco», dice.

Un auto no, pero sí una moto

Sergio comparte la habitación de la residencia con un compañero mozambiqueño. Como siempre hay discusiones en la sala común por los programas de televisión, se compran su propio televisor para la dormitorio. Sergio sueña comprarse un auto. Para cumplir su sueño trabaja también durante las vacaciones en una fábrica de cerveza. Con el dinero se compra primero un equipo de música y una bicicleta. Cuando reúne lo suficiente cambia a una moto. Al principio, el vendedor no cree que Sergio pueda permitirse una moto nueva, hasta que no pone el dinero en efectivo sobre la mesa no le dejan probar la MZ.

La moto lo acompañará por mucho tiempo. En 1990 se la lleva a Mozambique y la repara varias veces hasta que finalmente tiene que venderla por falta de dinero.

Fiestas y atuendos

En la fábrica trabajan también colegas polacos. Sergio suele comprarles ropa. Completa su conjunto con diversos accesorios: un parche en el ojo para tener el atrevido aspecto de un pirata o gafas con cristales de ventana. Elidio, un amigo mozambiqueño de la residencia, suele hacer las fotos con su propia cámara.

A las fiestas en la residencia invitan también a colegas alemanes. «Les gustaba venir», recuerda Sergio, «querían ver nuestra cultura y probar nuestra comida». Recuerda con asco el pescado crudo con vinagre que se come en Alemania.

Regreso

Sergio Majope prepara bien su regreso. La MZ, el televisor, el equipo de música y otras pertenencias son enviadas a Maputo en un contenedor marítimo.

Como todos los trabajadores mozambiqueños por contrato, Sergio recibía en la RDA solo una parte de su salario. Se le retuvo hasta un sesenta por ciento, que se le abonaría a su regreso a Maputo. En el aeropuerto las autoridades mozambiqueñas le retiran toda la documentación. Le dicen que podía recogerla después y recibir su dinero. Nada de esto ocurre. Los antiguos trabajadores contratados de Mozambique continúan hasta hoy luchando por su salario.[1]

 

Sergio Majope vive actualmente en Maputo.


Credits:
Entrevista realizada por Catarina Simão 2021 en Maputo
Texto: Julia Oelkers
Investigación y protocolo de las fotos: Catarina Simão, Julia Oelkers
Concepto de edición de vídeo: Julia Oelkers