Leipzig sigue siendo hoy un segundo hogar para Bobby Díaz. De 1977 a 1983 estudió Germanística en la Universidad Karl Marx de Leipzig. En 2017 fundó el Club de Fans del RB Leipzig en La Habana.

Interés por Alemania

Siendo un adolescente, Bobby Díaz infelizmente se enamora de una de sus profesoras. Para consolarlo, su abuelo le da a leer «Las penas del joven Werther», la  traducción al español de la novela de Goethe. El abuelo es sastre, posee una máquina de coser alemana, tijeras Solingen y le encanta la música clásica alemana. De ahí que Bobby desarrolle un gran interés por Alemania. A los diecisiete años, empieza a aprender alemán en un instituto cubano de lenguas. Por ser el mejor alumno de su curso, en 1977 es enviado a estudiar Germanística a la Universidad Karl Marx de Leipzig.

Aunque el comienzo es un poco accidentado -nadie lo esperaba cuando llega a Berlín y además pasa mucho frío-, al cabo de unos meses le gustan mucho sus estudios y la vida en la residencia. Comparte una habitación doble, primero con un estudiante de Zambia, más tarde con un búlgaro y después con un hombre de la Unión Soviética. En la residencia viven estudiantes de muchas nacionalidades, ninguno de ellos alemán. Sin embargo, tienen mucho contacto con compañeros alemanes. Les invitan a visitarles a casa, a conocer a sus padres, a celebrar juntos la Navidad.

Bobby Díaz recibe de la RDA un estipendio mensual de 270 marcos, más 70 marcos de la embajada cubana y, como estudiante ejemplar, por sus méritos un bono de 100 marcos. Puede vivir bien con esto, porque en la RDA no hay tasas de matrícula. A veces, los estudiantes de Europa del Este se burlan de Bobby y de sus compañeros cubanos calificándolos de «exiliados cubanos»: vivirían tan lujosamente como aquellos cubanos que huyeron a Miami tras la Revolución Cubana de 1959. «Leipzig nos formó como personas», subraya Bobby Díaz, «aprendimos a ser perseverantes y puntuales, a trabajar colectivamente, a actuar en grupo. Nos formó».

En Cuba aún había cupones de comida, en la RDA no.

Bobby Díaz Gurriel, La Habana 2022

Matrimonio y racismo

Bobby Díaz se siente en Leipzig como en casa, hace buenos amigos y se enamora de la estudiante portuguesa Ana Paula. Quieren casarse, pero no es sencillo, al fin y al cabo Portugal se considera un país occidental. No solo las autoridades de la RDA tienen que aprobar el matrimonio, sino también los dos países de origen de los novios. Bobby se dirige a la Embajada Cubana. Como el padre de Ana Paula es miembro del Partido Comunista Portugués, la embajada finalmente da su aprobación.

Entre los estudiantes, Bobby no es víctima de la exclusión. Fuera de la escuela es diferente: Bobby habla del racismo al que están expuestas las parejas de diferentes regiones de origen. Una vez le ofrece a una mujer su asiento en el tranvía. Ella lo insulta y rechaza el asiento.

 

Fue un punto de inflexión en nuestras vidas.

Bobby Díaz Gurriel, La Habana 2022

Regreso

En 1983, tras casi seis años, Bobby Díaz termina sus estudios de Germanística y regresa a Cuba. Para él, no hay duda: «Queríamos devolverle algo al país». Ana Paula le sigue a Cuba un año después. Durante los años siguientes, Bobby trabaja como profesor en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana. En 1988, visita de nuevo la RDA y participa en un curso de verano. Breve tiempo después caerá el Muro de Berlín. Le sorprende, pero se alegra del proceso de unificación, porque ve en Alemania una unidad por encima de las fronteras ideológicas. Hasta 2016, trabaja en La Habana como guía turístico para turistas alemanes.

«Leipzig es mi segundo hogar», subraya Bobby. Cuando visita la ciudad en 2016, el RB Leipzig acaba de ascender a la Bundesliga. En La Habana, junto con «antiguos compañeros», en su mayoría hombres que también estudiaron en la RDA, Bobby funda el Club de Fans RB Leipzig de Cuba, que ahora cuenta con casi 100 miembros y está registrado como club de fans oficial del RB­Leipzig bajo el nombre Mei Leibzsch.

Bobby Díaz vive ahora en La Habana como jubilado.

Credits:
Entrevista realizada por Elaine del Valle Cala 2021 en La Habana.
Texto: Isabel Enzenbach
Concepto de edición de vídeo: Elaine del Valle Cala, Isabel Enzenbach