Tomas Django es de la época de los 80, cuando el breakdance y los incios del hip-hop estaban de moda entre los jóvenes de Mozambique. Asiste por seis años a la Schule der Freundschaft (Escuela de la Amistad) en Staßfurt y se forma profesionalmente en la RDA. Inmediatamente después, él y los otros novecientos jóvenes mozambiqueños tienen que abandonar el país. Son enviados a Maputo y reclutados por el ejército en plena guerra civil.

Selección para la RDA

Con once años Tomas Django es seleccionado para formarse profesionalmente en la RDA por ser el mejor de su clase. Inicialmente su madre no está entusiasmada porque le cuesta separarse de su hijo. Tomás también llora a menudo en las primeras semanas del período de preparación que pasan en un internado en el sur de Mozambique. Allí conoce a los otros niños que volarán con él a la RDA. Provienen de todo el país, de diferentes etnias y culturas. En Mozambique se hablan más de 40 lenguas indígenas. «Allí todos éramos iguales», recuerda Tomás, «teníamos paz y armonía».

En agosto de 1982, con doce años, finalmente inicia el viaje de Tomás a la RDA. Antes de tomar el vuelo los niños se visten con sus mejores ropas. Tomás se estrena un par de zapatos. Todavía hoy recuerda claramente la sensación cuando aterriza el avión en el aeropuerto de Berlin-Schönenfeld.

Estábamos sentados en el avión y éramos tan importantes. Fue un momento precioso.

Tomas Django, Maputo 2021

Tomás Django cuenta sobre su familia en Mozambique y la acogida a su llegada a Staßfurt.

Escuela como experimento

El proyecto Schule der Freundschaft [1] es una iniciativa de los gobiernos de la RDA y Mozambique. El propósito de esta iniciativa es demostrar la tan publicitada amistad socialista entre los pueblos. Novecientos niños mozambiqueños entre doce y catorce años son enviados a una escuela con internado en Staßfurt, construida especialmente para este fin. Les decían que eran niños especiales, en los cuales se invierte mucho dinero en su educación, para que de vuelta en Mozambique puedan asumir puestos de liderazgo en la construcción del país. Para tomarse la primera foto de su grupo acuden al estudio fotográfico de Karin Marzahn.

Cultura juvenil socialista

En Staßfurt, los niños mozambiqueños viven aislados en un internado. Tienen contacto con la población alemana durante las visitas las familias que los apadrinan. A veces también visitan la escuela grupos estudiantiles de apadrinamiento y delegaciones de la organización Juventud Alemana Libre (FDJ). Debido a esto, casi no surgen amistades con niños alemanes. La rutina de su vida cotidiana marcha bajo estrictas reglas.

Campamento de verano y discoteca en las tardes.

Para Tomás Django su primer viaje al campamento de verano de 1983 es una experiencia especial. Allí se reúnen niños de diferentes países, el clima es de aprecio y de respeto. Tomás recuerda que «incluso estaba un niño de la República Federal de Alemania». Tomás cuenta: «pudimos mostrar nuestra cultura e inspirar a los demás».

Poco después empiezan a organizarse discotecas semanales en la escuela de Staßfurt. A los jóvenes alemanes solo se les permite asisitir si van en grupos, simpre bajo la supervisión de un adulto. Pero cuando los adolescentes comienzan a convertirse en jóvenes adultos, no es tan fácil mantenerlos bajo control.

Breakdance en Roxy

Tomás Django y su pandilla bailan hace tiempo con su propia música. La película Beat Street populariza el Breakdance y el Hip-hop en la RDA. El filme se proyecta en el cine de Staßfurt en 1985 y deja fascinados a los jóvenes. En el sótano de la escuela los niños forman un Club Roxy y organizan batallas de baile como en el filme. A escondidas, pasan las noches frente la radio grabando las últimas canciones en casetes. Cuando abre el nuevo club juvenil al lado de la escuela, surge un lugar al que también acuden jóvenes alemanes. Los estudiantes ignoran los controles de salida y simplemente saltan la valla. En la pista de baile los jóvenes mozambiqueños son imbatibles. Ellos mismos confeccionan a manos sus atuendos. Tomás y sus amigos posan entusiasmados con sus atuendos ante la cámara de sus compañeros del club de fotografía.

Tomás Django habla sobre la moda y su estilo propio y recuerda la hostilidad y la envidia de algunos ciudadanos de la RDA.

El asesinato de Carlos Conceição

Muchos alemanes ven con escepticismo el proyecto Schule der Freundschaft. Corren rumores que el abastecimiento del internado es mejor que el de la población. Fuera de la escuela los mozambiqueños están cada vez más expuestos a la hostilidad racista. En la noche del 19 de septiembre de 1987, Carlos Conceição, un compañero de clases de Tomás de diecisiete años, es insultado durante una visita a la discoteca. De regreso a casa es agredido y empujado por la baranda de un puente. Al día siguiente, los buzos encuentran su cuerpo. Un único autor del crimen es condenado posteriormente a cinco años de prisión en un juicio no público. A los estudiantes se les ordena guardar silencio sobre el crimen. «Hasta hoy nadie nos ha dicho que pasó exactamente», dice Tomás Django. [2]

De regreso a la guerra civil

Después de terminar la escuela, Tomás Django se forma como montador de máquinaria agrícola. Al concluir su formación los jóvenes tienen que regresar a Mozambique. No saben qué les espera allí. Cuatro días antes de la Navidad, el 20 de diciembre de 1988, Tomás Django aterriza en Maputo. Como sucede con muchos otros de sus compañeros lo envían directamente del aeropuerto al ejército. La guerra civil destroza al país. Tomás no sabe dónde están sus padres. Pasará otro año hasta que vuelva a ver a su madre.

Ningún reconocimiento

En Mozambique la situación política ha cambiado. Los certificados de escolarización y formación de la RDA no se reconocen, por ello los estudiantes que regresan no reciben ninguna ayuda. Su educación en la RDA se considera más bien un defecto. Lo que queda son los álbumes de fotos y los recuerdos.

Solo después de un tiempo vi el valor de las fotos. Ahora puedo mostrárselas a mis hijos. Eso es un tesoro para nosotros.

Tomás Django, Maputo 2021

Tomás Django trabaja desde hace 20 años como guardia de seguridad en un complejo hotelero y vive en Maputo.

Credits:
Entrevista realizada por Catarina Simão 2021 en Maputo.
Texto: Julia Oelkers
Investigación y protocolo de las fotos: Catarina Simão, Julia Oelkers
Concepto de edición de vídeo: Julia Oelkers